La relación entre la piel y la Vitamina D toma relevancia al ser una combinación mediante la cual nuestro cuerpo recibe el micronutriente de manera más rápida y natural, a través de los rayos directos del sol.

Pero más allá de esta práctica regular, la piel es uno de los órganos más afectados de manera positiva y/o negativa por el déficit de la Vitamina D.

Y esto porque enfermedades cutáneas como la psoriasis, la dermatitis atópica, la alopecia, el vitiligo o incluso el acné están asociados directa o indirectamente con las cantidades de Vitamina D que nuestro cuerpo recibe, ya sea por medio de la alimentación, exposición al sol utilización de suplementos.

Más allá de esto, ¿se conoce hoy en día si la Vitamina D ayuda o no a mantener la piel sana? Aquí te contaremos un poco:

Se ha encontrado en muchos estudios clínicos que los pacientes con alguna enfermedad cutánea de las ya mencionadas tienden a presentar cuadros más severos en el curso de la enfermedad cuando los mismos tienen un déficit bajo en Vitamina D.

 

Por otra parte se conoce que la Vitamina D induce la producción de genes reguladores de la foliculogénesis (promueve la maduración y regeneración de los folículos).

En conclusión varios estudios demuestran la importancia de la Vitamina D en procedimientos dermatológicos, más aún en pacientes que están enfrentando una enfermedad cutánea; así como en los que no, ya que se resalta su buen funcionamiento en el organismo de manera normal.

Recuerda que es importante conocer el procedimiento de metabolismo de la Vitamina D en nuestro cuerpo, y los niveles que cada persona necesita según sus condiciones, edad, y demás. 

Consulta a tu médico de cabecera y déjanos tus dudas y comentarios. 

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